| «Estaba caminando en Los Ángeles a solo unos tres pies del mar. Les estaba explicando a mis estudiantes: "Ahora estoy a solo tres pies del mar, y el mar es tan vasto. En cualquier segundo puede desbordarnos. Pero ¿por qué están confiados en que el mar no pasará este nivel?": Porque sabemos que, por orden de Dios, aunque el mar, el océano, es tan grande, no puede violar la orden de Dios. Que seas grande, está bien. Pero no puedes pasar más allá de esta línea. Estas cosas están siendo administradas y, aun así, ¿no existe Dios? Qué tontería. Si las cosas están… igual que cuando pasas por una casa, a veces, si no ves… la casa no está bien cuidada, o no hay luz frente a la casa, hay tantas basuras—de inmediato decimos: "Oh, no hay nadie en esta casa". Y en cuanto ves que la casa está muy bien cuidada, hay luz y el jardín está arreglado, entendemos que hay alguien. Esto es sentido común. Si las cosas están funcionando, si todo está andando tan bien, ¿cómo puedes decir que no hay administración, que no hay cerebro? ¿Cómo puedes decirlo? ¿Qué tontería es esta? ¿Eh? ¿Cómo puedes decir que no existe Dios?»?
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