ES/740121 - Clase SB 01.16.25-30 - Hawai


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


740121SB-Los Angeles, 21 enero 1974 - 47:13 minutos



Pradyumna: (dirige el canto del verso)

dharaṇy uvāca
bhavān hi veda tat sarvaṁ
yan māṁ dharmānupṛcchasi
caturbhir vartase yena
pādair loka-sukhāvahaiḥ
(SB 1.16.25)

(dirige el canto de los sinónimos) (cortado)

Traducción: “La deidad terrestre [en la forma de una vaca] le respondió así a la personalidad de los principios religiosos [en la forma de un toro]: ¡Oh, Dharma!, todo lo que me has preguntado lo habrás de conocer. Trataré de responder a todas esas preguntas. Una vez, a ti también te sostenían tus cuatro patas, y por la misericordia del Señor, hacía que aumentara la felicidad por todo el universo”.

Prabhupāda: Bhavān hi veda tat sarvaṁ yan māṁ dharmānup ṛcchasi. Dharmarāja, Yamarāja, es una de las doce personas autorizadas para mantener adecuadamente la civilización humana. El principio es el dharma. Dharma no se refiere a un sentimiento religioso. Dharma significa deber prescrito, la propia ocupación. Todo el mundo tiene algún deber laboral. Dharmaṁ hi sākṣād bhagavat-praṇītam (SB 6.3.19). Ese deber ocupacional lo asigna la Suprema Personalidad de Dios. Tena tyaktena bhuñjīthāḥ (ISO mantra 1). En realidad, el principio del dharma, como aprendemos del Bhagavad-gītā... Kṛṣṇa dice: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). No creen, no se fabriquen, no se inventen su propio principio religioso. Esa es la dificultad. Dharmaṁ hi sākṣād bhagavat-praṇītam. Esto lo hemos explicado ya varias veces, que dharma significa —dharma, según se traduce al español, “religión” —religión significa obedecer las leyes de Dios. Eso es religión, no se trata de un sistema sentimental de sistema religioso que nosotros nos inventamos. Ese tipo de dharma no nos servirá de nada. Por eso, al principio del Śrīmad-Bhāgavatam se dice: dharmaḥ projjhita-kaitavo 'tra (SB 1.1.2): “Aquí no se admite ningún tipo de sistema religioso engañoso”. Eso es el Bhāgavata-dharma. Nada de engaños. En nombre del engaño y el dharma, el principio religioso, eso no ayudará a la civilización humana.

El verdadero dharma... el verdadero dharma lo dicta Dios mismo: dharmaṁ tu sākṣād bhagavat-praṇītam (SB 6.3.19). De modo que no tienen que aprenderlo de alguien más que no sea de Dios mismo. Eso se explica muy bien en el Bhagavad-gītā: sarva-dharmān parityajya mām... (BG 18.66). Entregarse a la Suprema Personalidad de Dios, es religión. No solo entregarse, sino actuar conforme Él desee, ser un amante de Dios. Esa es la religión de primera categoría. Lo hemos explicado varias veces, sa vai puṁsāṁ paro dharmo yato bhaktir adhokṣaje (SB 1.2.6). La religión de primera categoría es aquella que les enseña a ser un amante de Dios. Si aman, sus vidas son un éxito. Así lo harán todo por Dios. De no ser así, simplemente van a preguntar: “¿Por qué debo hacer eso? ¿Por qué debo hacer lo otro? ¿Por qué debería...?”. Eso significa que no hay amor. Eso es adiestramiento. Es como un novicio, lo están adiestrando y él no siente amor, entonces se va a preguntar: “¿Por qué debo hacerlo? ¿Por qué tengo que hacerlo? ¿Por qué lo voy hacer? ¿Qué beneficio obtendré?”. Habrá muchas preguntas. Pero cuando hay amor, ya no hay preguntas. Por eso, en el Bhagavad-gītā, después de enseñar tantas cosas, yoga, jñāna, karma y tantas otras cosas, al final Kṛṣṇa dice: sarva-guhyatamam: “Ahora voy hablarte la instrucción más confidencial”. Y ¿cuál es? Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Esa es la más confidencial.

Por lo general, los seres humanos aceptan cuatro principios, a saber, dharma, artha, kāma, mokṣa (SB 4.8.41), (CC Adi 1.90). Dharma, artha, kāma... dharma significa el principio religioso; artha significa el principio económico, cómo desarrollar los principios económicos; dharma, kāma, cómo satisfacer nuestros sentidos; y mokṣa, finalmente la salvación. Pero todos ellos son principios materiales. Tenemos que superar estos principios materiales y elevarnos al plano espiritual. Eso es sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇam... sarva-dharmān (BG 18.66). Eso también es dharma. Las personas, por ejemplo, se ocupan de manera formal. Muchas veces, su templo, sus iglesias, no son más que simples formalidades. Lo que realmente les interesa es satisfacer sus sentidos. “Si para satisfacer mis sentidos tengo que hacerme pasar por una persona religiosa, voy hacerlo”. Esa es su religión. Pero eso no es religión. La verdadera religión no es satisfacer los sentidos, sino simplemente satisfacer al Señor Supremo. Esa es la verdadera religión. Por eso dice: bhavān hi veda tat sarvam.

Del mismo modo que alguien, cualquier cosa, necesita cuatro patas... esta mesita por ejemplo, tiene cuatro patas. Los animales se paran sobre cuatro patas. Todo requiere cuatro pilares. Para permanecer estables en el plano del dharma, se necesitan estas cuatro patas: dharma, artha, kāma... si simplemente permanezco ocupado en los principios religiosos y nadie se preocupa en conseguir comida... porque la comida también es necesaria. Por eso, no sólo debe haber principios religiosos, sino que también hay que esforzarse por el desarrollo económico. Pero no una demostración de una sola persona. Debemos dividir nuestra sociedad de tal manera que alguien, algún grupo de personas, se dedique a estudiar los principios del dharma y los propague. Nosotros, por ejemplo, hemos adoptado este principio general de difundir lo que se considera el verdadero dharma. Esa es la función del brāhmaṇa. Y de forma similar, debe haber un grupo de personas kṣatriya para gobernar. Si no hay disciplina, si no hay gobierno, todo será un caos. Tiene que haber un gobierno. El principio de directores debe estar ahí. Entonces dharma, artha, kāma. Debemos vivir pacíficamente. Nuestros sentidos no deben perturbarnos. Tenemos sentidos y los sentidos quieren satisfacción. Por eso debemos darles alimento también a ellos, a los sentidos. Dharma, artha, kāma y mokṣa. Pero el objetivo final es liberarnos de la existencia material. Estos cuatro principios: dharma, artha, kāma, mokṣa. Y este mokṣa, para los impersonalistas, su mokṣa y la verdadera mokṣa... mokṣa significa liberación. Liberación significa salir de la existencia material.

La gente no comprende qué es mokṣa, qué es el desarrollo económico, y qué son los principios religiosos. No hay educación. Y a no ser que haya una educación suficiente acerca de estos principios —dharma, artha, kāma, mokṣa— no se puede tener una vida pacífica en la sociedad humana. Eso no es... eso será una sociedad animal. Dharmeṇa hīnāḥ paśubhiḥ samānāḥ (Hitopadeśa). Si no hay principios de vida, eso es una sociedad animal. Desafortunadamente, en la actualidad la educación es simplemente para complacer los sentidos. Eso es una educación animal. Por eso, a pesar de haber progresado en tantas cosas, la gente no es feliz. La gente no está contenta.

Y en este verso dice: caturbhir vartase yena pādair loka-sukhāvahaiḥ. Sukhāvahaiḥ. Sukha significa felicidad. Si quieren aumentar su felicidad... todo el mundo quiere ser feliz. Ese es el principio más elevado. Ātyantika-duḥkha-nivṛtti. Toda esta lucha tiene lugar para minimizar nuestras miserias y aumentar nuestra felicidad. Ese es nuestro intento. Todos están trabajando para eso. Ātyantika-duḥkha nivṛtti. Duḥkha significa sufrimiento y ātyantika significa final. Y la gente no comprende en qué consiste esa felicidad suprema. Hay una felicidad suprema. No, no hay duḥkha, no hay infelicidad. Se trata de una felicidad suprema. Si analizan cualquier tipo de felicidad que tratemos de establecer, verán que también hay infelicidad. No está libre de mezcla. Está mezclada. El desarrollo económico... es como en los tiempos actuales, si... si alguien quiere hacerse rico, primero tiene que aceptar la infelicidad, trabajar muy duro día y noche. Después podrá conseguir algo de dinero. Luego, ocupando ese dinero en crear más dinero, invertirlo para obtener más dinero... y llegará el día en que sea millonario. Pero ese ser millonario, llegar a ser millonario, eso tampoco es una felicidad libre de perturbaciones. “¿Cómo guardar el dinero? ¿Cómo invertirlo?”.

Aquí, en el mundo material, donde estamos actuando, la felicidad sin mezcla no es posible. Pero si realmente quieren una felicidad pura y sin mezclas, entonces tienen que tener una conciencia espiritual avanzada, pura. Ātyantika-duḥkha-nivṛtti. Ātyantika significa final y duḥkha significa infelicidad. Ātyantika-duḥkha-nivṛtti. Nivṛtti significa terminado. La gente no ve en qué consiste ese ātyantika-duḥkha-nivṛtti, cuál es esa desaparición definitiva de la infelicidad. Eso es lo que ellos no saben. Hay tantas cosas que no saben. Por eso se necesita educación. Educación significa conocimiento, adquirir conocimiento. Y la directriz védica es que si realmente quieren conocimiento, entonces tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet (MU 1.2.12): “Uno tiene que acudir al guru, al maestro espiritual”. Gurum eva abhigacchet. Hay que acudir a él. No hay otra opción. Nadie puede decir que: “Podemos ser felices sin acudir al guru”. Eso no es posible conforme a los principios védicos. Incluso Caitanya Mahāprabhu, aunque es la Suprema Personalidad de Dios, aceptó un guru. Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad, aceptó un guru. Y ese es nuestro principio védico. Se dice al comienzo del Bhagavad-gītā: evaṁ paramparā-prāptam imaṁ rājarṣayo viduḥ (BG 4.2). Imaṁ rājarṣi. Rājarṣi significa grandes reyes santos también aceptaron un guru predecesor.

imaṁ vivasvate yogaṁ
proktavān aham avyayam
vivasvān manave prāha
manur ikṣvākave 'bravīt
(BG 4.1)

Todo está ahí. Si realmente queremos ser felices, entonces no debemos vivir como los animales, sin ninguna restricción, sin ninguna... incluso en su nación, solo para mantener una administración adecuada del estado, hay tantas leyes. Tan pronto como salen a la calle, ven que hay una ley estatal de inmediato: “Circule por la derecha”. Tiene que haber disciplina. Eso es dharma, disciplina, acatar las leyes del estado. Debe haber alguna disciplina. De manera similar, para avanzar en la vida espiritual, tienen que observar la disciplina. Sin disciplina no es posible. Ādau gurvāśrayam. Por eso, Rūpa Gosvāmī en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu dice que disciplina significa que a quien sigue la disciplina, se le llama discípulo. Todos lo saben. Discípulo significa alguien que observa la disciplina. Si uno no observa la disciplina, entonces no es un discípulo. Y la vida de quien no es discípulo, es caótica. No puede ser feliz. Por eso, los Vedas dicen que: “Debes aceptar a un guru genuino y ser disciplinado bajo sus instrucciones”. Entonces conocerán el sistema de conocimiento superior, las necesidades de la vida, y así serán felices.

El verso dice: caturbhir yena pādair loka-sukhāvahaiḥ. Sin disciplina, sin una comprensión adecuada de los cuatro principios de la vida, dharma, artha, kāma, mokṣa, nadie puede ser feliz. Por eso este verso dice: “Tú sabes todo”.

bhavān hi veda tat sarvaṁ
yan māṁ dharmānupṛcchasi
caturbhir vartase yena
pādair loka-sukhāvahaiḥ
(SB 1.16.25)

¿Siguiente?

Pradyumna:

satyaṁ śaucaṁ dayā kṣāntis
tyāgaḥ santoṣa ārjavam
śamo damas tapaḥ sāmyaṁ
titikṣoparatiḥ śrutam
jñānaṁ viraktir aiśvaryaṁ
śauryaṁ tejo balaṁ smṛtiḥ
svātantryaṁ kauśalaṁ kāntir
dhairyaṁ mārdavam eva ca
prāgalbhyaṁ praśrayaḥ śīlaṁ
saha ojo balaṁ bhagaḥ
gāmbhīryaṁ sthairyam āstikyaṁ
kīrtir māno 'nahaṅkṛtiḥ
ete cānye ca bhagavan
nityā yatra mahā-guṇāḥ
prārthyā mahattvam icchadbhir
na viyanti sma karhicit
tenāhaṁ guṇa-pātreṇa
śrī-nivāsena sāmpratam
śocāmi rahitaṁ lokaṁ
pāpmanā kalinekṣitam
(SB 1.16.26-30)

(pausa)

Prabhupāda: (interrumpiendo la traducción de sinónimos) Se mencionan todas estas cosas, la manera en que la sociedad humana puede vivir en paz y progresar. Esas son las cualidades. No es ir como un animal saltando noche y día. Aquí en Hawái vemos que los niños, los niños y también las personas mayores, se pasan todo el día y la noche simplemente saltando en el mar. Hay quien nada, alguien está haciendo otra cosa, alguien hace algo... qué manera de perder el tiempo. Pero ellos piensan que: “Esto es civilización. Esta es la civilización”. La vida humana es tan importante. Hay tantas cosas por aprender, pero ni en la escuela, ni en la universidad, ni en las instituciones educativas, ni en la sociedad, no se enseña nada de eso. Los perros van por ahí brincando y el hombre también brinca. Así son las cosas. Pero eso no es civilización. La verdadera civilización significa que hay que adquirir esas cosas en la vida real, en la vida personal, eso es civilización. Estas son las cosas que ahora se mencionan una tras otra. Lee.

Pradyumna: (continúa dirigiendo el canto de los sinónimos)

Prabhupāda: (interrumpiendo después de “veracidad”) Hoy en día, la veracidad es simplemente un sueño. No existe veracidad. Todo el mundo... comenzando por el presidente y llegando al hombre común de la calle, nadie es sincero. Ahora, el presidente de su país está siendo cuestionado de muchas maneras porque se ha demostrado que no es veraz. La veracidad es una historia olvidada. Es una cualidad brahmínica. Se mencionan todas estas cualidades. Pero no es posible que un solo hombre adquiera todas las cualidades. Eso no es posible. Es como también nosotros hacemos divisiones... si hay algo que hacer, dividimos la tarea: “Sr. Tú, vas hacer esto, y tú haces esto otro, tú hiciste esto”. Del mismo modo, todas estas cualidades deben dividirse entre el conjunto de la población. Por eso, en el Bhagavad-gītā hemos recibido las directrices del Señor Supremo: cātur-varṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇa-karma-vibhāgaśaḥ (BG 4.13). Una persona no puede ser... pongamos un hombre de negocios. Un hombre de negocios no puede ser estrictamente veraz. Eso no es posible. Un político tampoco puede ser realmente veraz. Porque echaría a perder todo su negocio. Todo el mundo... supongan que van a una tienda, el tendero les dice: “Oh, mi querido amigo, no sacaré ningún beneficio de ti, te lo daré a precio de costo. Toma”. Y ustedes le creen. Pero en realidad, ¿cómo va a dárselos a precio de costo? ¿Cómo va a mantener su negocio? Yo sé que está diciendo mentiras, pero acepto: “Oh, es muy sincero”. Y hay tantas cosas.

Lo primero es la verdad. Por eso... ¿acaso hay que rechazar la veracidad? No. Otra categoría, la clase brahmínica deben ser veraces. Debe haber un ideal. Es como en la universidad, en las secciones educativas, hay una facultad de derecho. No es que toda la población del país son abogados. No. Tal vez una parte del pueblo sean abogados. Otros grupos pueden ser ingenieros, médicos. Y todas esas cualidades deben seguir existiendo. Al igual que el sistema educativo: “Aquí está la clase de derecho, aquí está la clase de botánica, aquí está la clase de química”. Aceptan lo que estén dispuestos a aceptar. Pero estas cualidades deben estar presentes. No porque sea imposible ser veraz, por lo tanto, debe rechazarse por completo la veracidad. No. Debe haber un grupo que la mantenga. Ésa es la cualificación del brāhmaṇa: satyaṁ śamo damas titikṣā ārjavam. Pero son cualidades que deben estar presentes en la sociedad, de una u otra forma. Y deben colaborar entre sí. Esa es la perfección de la sociedad. Continúa.

Pradyumna: (continúa dando las traducciones de los sinónimos)

Prabhupāda: (interrumpiendo traducciones) Dayā. Hay que ser misericordioso. Dayā significa... que cuando un hombre está sufriendo, un prójimo, nosotros debemos sentirlo. Eso se llama dayā. Hay dos cosas: dayā y sevā. Sevā significa ofrecer servicio al superior y dayā significa ofrecer servicio al inferior. Ambos son servicio. Dayā, quiero decir... una persona está sufriendo. Está en una condición indefensa. Como en los hospitales, las personas, los pacientes que están enfermos, van al hospital. También ahí hay sevā. La enfermera sirve, el médico les sirve. Pero eso no es sevā. Eso se llama dayā. No está obligado, pero por compasión ofrece servicio al paciente. Eso se llama dayā. Y sevā significa superior. Como el maestro espiritual. Sevayā. Tad viddhi praṇipātena paripraśnena sevayā (BG 4.34). Porque el mandamiento védico es que: “Debes acudir a un maestro espiritual”. Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet (MU 1.2.12). Abhigacchetsignifica “tienen que hacerlo”. No hay alternativa. Si realmente aspiran al conocimiento trascendental, tad-vijñānam... tad-vijñānam significa conocimiento trascendental. Athāto brahma jijñāsā. Y la vida humana es para tad-vijñānam, a entender.

Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet. Y ahí se explica también cómo aprender del guru. Tad viddhi: traten de aprender de él. Tad viddhi praṇipātena. En primer lugar, entréguense. No pueden acudir a ninguna persona para aprender algo, si no hay el sentido de entregarse. Acepto un guru, pero en mi mente mantengo mi independencia: “Oh, ¿por qué voy a seguir las órdenes del guru?”. Eso significa que no hay sumisión, no hay entrega. Es falso. Es simplemente para satisfacer alguna motivación oculta, pero eso no servirá de nada. Si en su mente mantienen duplicidad, nunca tendrán éxito en ningún campo de actividades. Y el proceso es... tad viddhi praṇipātena (BG 4.34). Tienen que entregarse. Praṇipāta significa prakṛṣṭa-rūpeṇa nipāta. Y por eso, a no ser que encuentren a alguien a quien se puedan entregar plenamente, no acepten un guru. Eso es engañar.

A menos que estén completamente seguros de que: “Me entregó a esta persona. Él es... realmente superior a mí. Puede dar el conocimiento adecuado”. Por eso, el proceso es que antes de aceptar a un guru, hay que escucharlo por lo menos durante un año. Y cuando están convencidos de que: “Aquí realmente hay un guru que me puede enseñar”, entonces lo aceptan. No lo acepten de manera caprichosa. Este sistema debe detenerse ahora, eso de que alguien llega por tres días y dicen: “Prabhupāda, inícielo”. ¿Por qué? Primero vean si es apto para convertirse en discípulo; luego recomiéndenlo. De lo contrario, no lo recomienden. Porque la recomendación principal está causando estragos. Alguien no es apto para ser estudiante o discípulo, y aun así acepta la iniciación, y después de tres días se va. Esto no debe permitirse. Por lo tanto, en el Bhakti-rasāmṛta... eh, Hari-bhakti-vilāsa de Sanātana Gosvāmī se indica que el maestro espiritual y el discípulo deben reunirse por lo menos durante un año, de modo que el discípulo también pueda entender: “Aquí hay una persona a quien puedo aceptar como mi guru”, y el guru también pueda ver: “Aquí hay una persona apta para ser mi discípulo”. Entonces el asunto está bien. Porque el asunto es tad viddhi praṇipātena (BG 4.34): uno debe estar dispuesto a rendirse. Así que, a menos que esa disposición de rendición esté presente, ¿cómo puede alguien convertirse en discípulo? No es posible.

Estas son cosas muy difíciles, pero debido a que estamos en la era de Kali, kālena balīyasā, como estudiamos ayer, kālena vā te balināṁ balīyasā, el tiempo es muy difícil. Por eso Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo que es una era muy complicada, kalau. Y no es solo la opinión de Śrī Caitanya Mahāprabhu; es la versión védica. Kalau nāsty eva nāsty eva nāsty eva (CC Adi 17.21). Simplemente canten el mantra Hare Kṛṣṇa. Esto purificará sus corazones. Entonces podrán entender quién es guru, ante quién rendirse y de quién recibir enseñanzas. Si aceptamos las cosas de manera apresurada, habrá fracaso.

Satyaṁ śaucaṁ dayā. Aceptar un guru también implica servicio. Y servir a una persona inferior que sufre, eso también es servicio. Un servicio se llama dayā, y el otro se llama sevā. Si desean realizar a Dios, entonces el servicio que deben prestar es el otro, sevā, no dayā. No pueden mostrarle misericordia a Dios. Dios es completo; no necesita su misericordia. Ese servicio se llama sevā. Hay dos clases de servicio: uno se llama dayā y el otro se llama sevā. Sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty adaḥ. Si quieren conocer a Dios, entonces el otro servicio, sevā. Sevonmukhe hi jihvādau. Y ese servicio comienza con la lengua. Ahora bien, generalmente pensamos que servir significa usar nuestras manos o piernas: “Puedo servir con mis manos, con mis piernas”. No. La ciencia de comprender a Dios —el servicio— comienza con la lengua. Ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmādi na bhaved grāhyam indriyaiḥ (CC Madhya 17.136). No pueden entender quién es Dios, quién es Kṛṣṇa, Su nombre, Sus actividades. Nāmādi significa nombre, forma, cualidades, actividades, pasatiempos, séquito, y muchas otras cosas, ādi. Por lo tanto, aunque estemos cantando Hare Kṛṣṇa, no podemos comprender su significado verdadero. Nāmādi. Na bhaved grāhyam indriyaiḥ. Indriyaiḥ significa los sentidos. Hay muchas personas que escuchan esta vibración sonora, pero ¿por qué no se vuelven conscientes de Kṛṣṇa? Porque no hay sevā, no hay servicio. Por eso se dice: ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmādi na bhaved grāhyam indriyaiḥ. Pero, ¿cómo puede percibirse mediante los indriyas? Sevonmukhe hi jihvādau. Por medio del servicio. Y ¿dónde comienza el servicio? Comienza con la lengua, jihvādau, empezando con la lengua. Ese es el servicio.

Es una gran ciencia, cómo, a través de la lengua... En realidad, nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa consiste en enseñar a las personas cómo ocupar la lengua en el servicio del Señor. Esa es la conciencia de Kṛṣṇa. Pedimos a todos: “Canta Hare Kṛṣṇa”. Ese es el comienzo, con la lengua. “Y toma prasādam y luego ve a casa”. Eso es todo. La filosofía viene después. La filosofía viene después. Porque a menos que uno tenga la mente clara y los sentidos purificados, no puede asimilar las enseñanzas del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. Esto es filosofía. Uno no puede comprender las lecciones que se dan en el Śrīmad-Bhāgavatam, en el Bhagavad-gītā... Por eso, al principio, no pedimos a nadie de afuera que lea el Bhagavad-gītā o algo así. No. “Por favor, ven y canta con nosotros Hare Kṛṣṇa”. Eso es lo necesario. Canten Hare Kṛṣṇa y sentirán el efecto. Lo sentirán. Porque este método limpiará sus corazones. Cuanto más canten el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, más aptos se vuelven para comprender la filosofía de la conciencia de Kṛṣṇa. Ese es el proceso. Sevonmukhe hi jihvādau (Brs. 1.2.234).

Cualquiera que deje de cantar será víctima de māyā. Recuérdenlo siempre. Por eso insistimos: “Por favor, no olviden cantar al menos dieciséis rondas”. Ese es el mínimo. El máximo son 300,000. (risa) Como hacía Haridāsa Ṭhākura, trescientas mil... no es algo imposible. Pero nosotros no podemos hacerlo. Ni siquiera completamos dieciséis rondas; somos tan desafortunados. Pero eso no significa que, porque somos desafortunados, debamos rendirnos. Intenten, intenten, hagan su mejor esfuerzo. Entonces la vida se volverá perfecta.

Satyaṁ śaucaṁ dayā kṣānti... kṣānti tyāgaḥ santoṣa ārjavam. Estas son las cualidades. Ahora, estas cualidades debemos explicarlas una por una, y eso tomará tiempo. Tres cualidades: satyam, ser veraz. Veraz... dicen: “Esa es una cualidad de un asno”. Hace algunos años, un gran político visitó la India. Ustedes saben quién es, el señor Lloyd George, político británico. Alguien le preguntó: “¿Por qué no es usted veraz?”. Y él respondió: “La veracidad es la cualidad de un asno”. Respondió así. La veracidad, especialmente en la política —dijo él—, “en política, la veracidad es la cualidad de un asno”. Pero aquí, lo primero que se recomienda es satyam, la veracidad. Satyaṁ paraṁ dhīmahi (SB 1.1.1). Y el político más importante dice: “Esa es la cualidad de un asno”. Miren cuánta oportunidad tenemos para progresar espiritualmente. El primer paso es satyam, y nuestro líder dice: “Esa es la cualidad de un asno”. Así que miren nuestra situación.

Muchas gracias.

Devotos: Jaya... (cortado)

Prabhupāda: ¿Preguntas? Estamos tratando con satyam, la cualidad de un asno. Esto es difícil. De todos modos...

Pradyumna: Aquí hay una pregunta.

Prabhupāda: ¿Sí?

Bali-mardana: Prabhupāda, usted estaba hablando de la cualidad dayā, la misericordia, y dijo que en realidad no podíamos aplicarla al Señor Supremo. Pero estoy pensando, tal vez los pastorcillos de vacas, ¿no fueron misericordiosos con Kṛṣṇa al no ser demasiado rudos con Él?

Prabhupāda: Ellos eran iguales a Kṛṣṇa, por lo tanto podían mostrarle misericordia. Tú no eres igual a...

Bali-mardana: Sí.

Prabhupāda: Los pastorcillos estaban en el mismo nivel. Aunque no exactamente en el mismo nivel, se les dio la oportunidad de hablar, permanecer, conversar y comer en el mismo nivel que Kṛṣṇa. Ahora, nuestra posición es diferente. ¿Alguna otra pregunta?

Joven devoto: ¿Prabhupāda? Me preguntaba... usted dijo antes —lo escuché— que antes de empezar a aprender, uno debe darse cuenta de que no es este cuerpo sino el alma espiritual. ¿La realización es diferente de saber que uno es el alma espiritual?

Prabhupāda: ¿Eh?

Bali-mardana: Él pregunta qué es la realización del alma espiritual.

Prabhupāda: ¿El alma espiritual?

Bali-mardana: ¿Cómo se realiza? ¿Cómo se puede saber que…?

Joven devoto: Que, que uno es…

Satsvarūpa: ¿Cuál es la diferencia entre saber teóricamente que no es este cuerpo y realizarlo?

Prabhupāda: Ah. Realizar significa que puedes... es algo muy simple: un hombre vivo y un hombre muerto. Así puedes darte cuenta. Estaba el alma, por eso vivía. Ahora el alma ya no está, está muerto. ¿Hay alguna dificultad? ¿Dónde está la dificultad? ¿Por qué este hombre está muerto? Esos sinvergüenzas pueden explicarlo de muchas maneras, pero en realidad cualquier persona simple puede entender que había algo —llámalo alma o como quieras— que ahora falta. Esa alma se ha ido. Así que, un minuto antes, el cuerpo era muy importante, y ahora, un minuto después, tras la partida del alma, ya no sirve; se tira. ¿Es muy difícil entender eso? Eso es todo. Esa es realización.

Si no lo realizas… es como un hombre que está durmiendo, pero en realidad no está dormido, está despierto. Pero alguien lo llama: “Señor tal y tal, despierte, despierte”. Y él actúa como si siguiera dormido. Así que las personas que no quieren realizarlo, no lo realizan. De otro modo, es muy simple. Muy simple. En un minuto uno puede entender que había algo. Y luego uno acude al guru, y el guru enseña el śāstra. A través del śāstra, puedes confirmarlo de inmediato.

Si estás confundido y te preguntas qué es eso que falta, de modo que este cuerpo vivo ahora es un cuerpo muerto… esa es la impresión general. Y para confirmarlo, acudes al guru. El guru dirá: “Sí, es un hecho. El alma estaba ahí y ahora se ha ido”. Y ¿cómo lo dice el guru? No porque lo invente, sino porque lo dice con base en el śāstra. Por lo tanto, sādhu-guru-śāstra, las tres cosas deben estar presentes. El guru debe hablar con base en el conocimiento védico, no inventando. Si inventa tonterías, es un sinvergüenza, no un guru. El guru verdadero nunca fabrica ideas. Todo lo que diga debe estar respaldado por el śāstra. Ese es un verdadero guru. Así que ve al guru.

El guru dirá: “Sí, tienes razón. El alma estaba ahí”. ¿Cómo lo sabe? “Porque está en el śāstra”. “¿Qué dice el śāstra?”. “En la Bhagavad-gītā se dice: dehino 'smin yathā dehe kaumāraṁ yauvanaṁ jarā” (BG 2.13). Asmin dehe, en este cuerpo, hay un propietario del cuerpo: el alma”. Yo amo este cuerpo porque vivo en él. No amo tu cuerpo ni el de otro, amo el mío. ¿Por qué? Porque yo vivo en este cuerpo. Eso es propiedad. Cuido de mi apartamento porque vivo ahí. No voy a cuidar de tu apartamento. (risa) Esto es sentido común. Y el śāstra lo confirma: asmin dehe. Dehī. Dehī significa el propietario. Así, de esta manera puedes entender qué es el alma. Esa es la realización de la existencia del alma. ¿Es muy difícil?

Joven devoto: No.

Prabhupāda: Todo está dado. ¿Está claro para todos?

Devotos: Jaya. Sí.

Prabhupāda: ¿Eso es todo? ¿Alguna otra pregunta? Hum. Muchas gracias. Continúen. Canten. (fin)